En América lo llaman yo-yo. Es verdaderamente un patchwork, si por patchwork entendemos la unión de telas de diversos colores y variados dibujos y como todos los patchworks viene de la América de los Pioneros. Pero aquí os lo presento de una forma muy peculiar: muchos circulitos aplastados y unidos entre sí. Muy, muy fácil, sólo es un juego infinito de paciencia que puede servir para cualquier cosa que se nos pueda ocurrir: un bolso, un adorno, un orillo, un cojín, etc....
Sólo se necesitan algunos retalitos de telas finas y como patrón la boca de un vaso para dibujar los círculos.
S
eguidamente se recortan los círculos y con aguja e hilo se hace un dolez estrechito hacia el revés a punto de bastilla muy pequeñito.
Una vez hecha la bastilla todo alrededor del círculo, tirar del hilo par que se cierre como si fuera un globo y seguidamente aseguramos el hilo al final y cortamos la hebra.
Aplastarlo un poco con la plancha. Ya tenemos un yo-yo.
La unión de los yo-yos la haremos en 1 punto, 2 puntos, 3 puntos ó 4 puntos según la forma de la aplicación. En éste bolso están unidos en un sólo punto.
De distintos estampados quedan muy bonitos. Os propongo una buena idea para reciclar los fulares finos ( incluso los de gasa ) que ya no llevamos, podéis hacer yo-yos, y convertirlos en un nuevo fular formado por muchos yo-yos en filas.
En el bajo de ésta falda he empleado una única tela de rayas y los he distribuido sueltos, sin unir entre sí.
Cada uno está sujeto en 4 puntos. Se puede crear un diseño único y dierente cada vez.
Cuestión de imaginación.
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